martes, 4 de marzo de 2014

NEGOCIACIÓN

Jamás nadie había criticado mi forma de educar. Nunca.
Supongo que tiene que ver con que yo respeto las opciones ajenas y no doy pie a que nadie cuestione a mis cachorros (Mamá Osa es mucha Mamá Osa).
Pero, como todo, ese día tenía que llegar.


Considero que los niños tienen mucha más capacidad para negociar y ser autónomos que la que los adultos queremos darles. Para poder desarrollarla necesitan tiempo, oportunidad y coherencia.

Por ejemplo,  para merendar osezno come un bocadillo, una pieza de fruta y un yogurt,  y yo como madre considero que ya está bien. Pero él me pide un donut de chocolate porque "tiene mucha hambre".
En ese punto yo tengo varias opciones. 
A- Imponer mi visión de adulto diciendo que no, que ya ha comido bastante y que en un par de horas cenará.
B- Darle el donut y lo que me pida, aun a riesgo de que no coma después.
C- Negociar.

En mi caso escojo la C.
"Te compro el donut, pero en un par de horas cenamos y tienes que comer"
Su respuesta suele ser "¿qué hay de cena?" y en función de la respuesta escoge.
Si decide merendar un poco más, sabe que hemos pactado terminarse también la cena.
En casa nadie obliga ni prohibe comida, pero sí tenemos ciertas normas. Hay que probarlo todo por si acaso hoy nos gusta. Si hemos pactado y no se come se queda para el día siguiente.

Es un método que en mi casa funciona. Osezno toma decisiones (cosa que creemos muy importante) y, al mismo tiempo, es responsable de ellas (más importante si cabe).
Creemos que es un paso importante para su autonomía y es de las cosas que vale la pena enseñarle.

Por supuesto, sería mucho más cómodo decidir nosotros como adultos de manera unilateral.
Él no tendría ninguna responsabilidad y, seguramente, todo sería más rápido y evitaríamos discusiones.

Pero educación no es comodidad. Ni ausencia de conflictos. Los conflictos son buenos. Nos ayudan a crecer. A enfrentarnos  a otros puntos de vista. A defender nuestras opiniones e intereses. A crecer.

Hoy he sido cuestionada por ello.
Hoy me he visto obligada a reflexionar.
Hoy me reafirmo.
Creo que el esfuerzo vale la pena.


No hay comentarios:

Publicar un comentario