miércoles, 26 de marzo de 2014

YO LO VALGO?

Se nos dice que debemos valorarnos nosotros mismos, que no importa lo que los demás piensen mientras nosotros sepamos lo que valemos.
Pero no es cierto.
Al menos no exactamente cierto.

Valemos lo que los demás están dispuestos a pagar por nosotros. Da igual el precio en que nos tasemos si nadie está dispuesto a asumirlo. Necesitamos la apreciación del otro. En todos los ámbitos.
No debería ser así, pero lo es.
Vivimos en sociedad. Aceptamos sus absurdas normas. Las ajustamos a nuestra realidad, pero las acatamos en lineas generales. Porque necesitamos el reconocimiento del otro. Su mirada de aprobación. Su aprecio. Ellos son los que deciden nuestra valía.

Reconozco que mi campana es muy grande y resuena mucho. Lo sé. Lo acepto.
Pero mi entorno también lo sabe y debería cuidarla y no hacerla repìcar sin motivo.

Yo necesito más aprecio que los demás. Más demostraciones de afecto. Tengo que compensar el rechazo recurrente en mi vida.
Si me compras, compras todo el paquete.

Si me das la espalda, si no me valoras suficiente, si no me recuerdas que valgo la pena, corro el riesgo de olvidarme. Y llegan las dudas.

Dudo de si vale la pena.

Dudo de si vales la pena.

Dudo de si valgo la pena.


Hay días en que yo sola no puedo decirme lo mucho que valgo.

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